2 de febrero de 2020: Balance del año en Valladolid

Hace ya 365 días que llegué a la meseta castellana para enfrentarme a un nuevo desafío: trabajar en Renault. Esto conllevó cambiar de forma importante mi rutina de vida: trabajo, estudio, ocio, etc. Dentro de Renault, he aprendido muchísimo sobre el mundo de la acústica dentro del mundo de la automoción, además de entrar en contacto con otros campos dentro de la Ingeniería del Automóvil. En cuanto a mis estudios, he podido mejorar tanto mi inglés como mi francés, algo que viene realmente bien para los tiempos que corren. Si nos vamos a las vivencias personales, he podido retomar mi faceta de artista gracias al Teatro Calderón de Valladolid. De estas vivencias han aparecido nuevas amistades, tanto dentro como fuera del trabajo con las que he viajado a lo largo y ancho del norte peninsular: Galicia, Asturias, País Vasco, Castilla y León, etc. Gracias a esto, me llevo mucho sobre la cultura y gastronomía de lugares que no habría visitado de no ser por vivir en Pucela. Como todo en esta vida, también ha habido momentos duros, pero siempre hay que analizarlos como una herramienta de superación que ayudan a sobrellevar obstáculos en el futuro. Creo que el balance sobre este año es muy positiva, ya que he podido salir del espacio de confort y ser capaz de desenvolverme en terreno desconocido. No sé si mi futuro inmediato se decidirá en Valladolid, pero lo que sí se mantendrá siempre serán los recuerdos de este último año.

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