Toledo, crisol de culturas

Para cambiar un poco de aires, me traslado el pasado domingo a la meseta sur. Allí, me esperaba una ciudad con una historia intrigante, Toledo. Lugar de convivencia entre cristianismo, islam y judaísmo, guarda monumentos y rincones dignos de visitar y compartir.

Sobre las 11 de la mañana llegamos a la ciudad para recorrer sus calles y lugares. Hay unas grandes escaleras mecánicas que salvan la gran altura que existe entre la parada de autobuses y el centro de la ciudad. Ya arriba, nos dirigimos a la oficina de turismo para tomar el típico mapa de turista. Estaba a rebosar aunque el día no acompañaba. En nuestro camino al centro, hicimos una breve parada en la Puerta del Sol.

Puerta del Sol

Subiendo las escaleras cerca a esta puerta encontramos la Mezquita del Cristo de La Luz. Se inició a construir sobre el año 1000 y fue reconvertida en iglesia tras la Reconquista. 

Exterior de la mezquita

El precio es de unos 3 euros, a mi juicio es un monumento prescindible y es mejor invertirlo en otros monumentos que también son de pago. Después de esta visita, nos adentramos en la Judería. Antes de llegar, nos topamos con varios edificios singulares como el Círculo de Arte, dentro de la Iglesia de San Vicente, la Iglesia de los Jesuitas y el Antiguo Convento Madre de Dios. 

Iglesia de San Vicente

Círculo de Arte

Iglesia de los Jesuitas 

Campus de la Universidad de Toledo

Cuando entramos en la Judería, se nota su influencia tanto en los edificios como en los pequeños azulejos con letras hebreas.

Como empezaba a llover, nos dirigimos al Monasterio de San Juan de los Reyes. Habitada en el siglo XV por Isabel La Católica, contiene en su interior un claustro en el que se recogen figuras, frescos y techos de madera con acabados impresionantes.

Planta baja del Claustro

Recuerda a Juego de Tronos :S

Seguido a este monumento pasamos por delante de la Escuela de Arte, con una fachada llamativa y bajamos al Puente de San Martín.

Escuela de Arte 

Río Tajo en su paso por Toledo

Desde este punto, se puede observar el recorrido del Río Tajo alrededor de Toledo. Debido a la diferencia de altura entre las riberas del río, hay instalado un puesto de tirolina para disfrutar de vistas y adrenalina al mismo tiempo. 

Como el tiempo seguía regular y apretaba el hambre, nos fuimos a buscar un restaurante donde descansar y reponer fuerzas. Pero antes, aprovechamos que era gratis entrar a la Sinagoga del Tránsito. 

Interior de la sinagoga 

Lugar de culto para los judíos, alberga numerosos objetos relacionados con esta fe, como también de paneles explicando la historia de este pueblo en España.

Finalmente, hicimos una pausa a nuestra ruta turística para acabar en el Mesón Tres Jotas (Travesía Aljibillo,4). No nos complicamos mucho y fuimos directos al menú; en mi caso pedí sopa castellana y venado en salsa cazadora. 

Sopa Castellana

Venado en salsa cazadora

Ambos platos estaban realmente buenos pero debo decir que los encontré un pelín pasados de sal. Afortunadamente, el balance fue positivo y quedamos satisfechos. Tocaba volver a las andadas, por lo que nos encaminamos hacia la Plaza del Ayuntamiento. Estaba llena de puestos de artesanía y dulces, como también de las luces de Navidad. 

Plaza del Ayuntamiento

¡Qué pinta!

Desde esa plaza, pudimos hacer fotos a nuestra siguiente visita: la Catedral de Toledo. 

Fachada principal

Se trata de una edificación colosal, tanto por dentro como por fuera, que no deja a nadie indiferente. Ya dentro, visitamos todas las instancias de la Catedral, desde la nave central hasta la sacristía pasando por su cripta. 

Altar Mayor

Al salir de la Catedral no habían encendido las luces, por lo que optamos por tomar un café y huir del frío y la lluvia durante un rato. No sé si fue la suerte, pero dos minutos después de salir de la cafetería se encendieron las luces. El recorrido de vuelta a la plaza Zocadover (donde se encuentra la oficina de turismo) está repleta de luces y motivos navideños. Además, todas las tiendas estaban abiertas por lo que el ambiente era muy bueno.

Plaza Zocodover

Antes de volver a autobús de vuelta, pasamos a ver el Alcázar de Toledo. Sólo tomamos fotos en el exterior pero es suficiente para contemplar su envergadura dentro del entorno de la ciudad. 

Edificio imponente :O

Y tras todo el día subiendo y bajando cuestas, callejuelas y plazas, tomábamos rumbo a Valladolid.

Tengo que reconocer que esperaba un poco más de la Judería, pero la Catedral ha suplido con creces la desilusión. Todavía quedan más viajes por España y el extranjero, con lo que el blog va para largo.